Origen de los Vestidos de La Marinera
En la historia del origen de la marinera, las vestimentas y los peinados en la mujer forman parte importante en la presentación de la pareja.
El vestuario femenino para bailar marinera son inspiradas en atuendos que se empleó durante tiempos coloniales. Las damas y varones se vestían como los ordenaba el virrey. Los escritos dicen que las ropas mas elegantes fue cuando Francisco de Toledo era el virrey durante el siglo XVI.
Variaciones de Los Vestidos
Trajes de Marinera Norteña
La dama luce un vestido de marinera largo y con bordados de finos encajes. Cuenta con una gran cantidad de pliegues para que se luzca amplio cuando se abre.
El pañuelo que luce la mujer es bordado y alcanza diseños especiales cuando se realizan concursos importantes. Además, no podían faltar las alhajas de oro o plata, que son elaborados en su gran mayoría por artesanos.
Trajes de Marinera Limeña
El vestuario tiene algunas diferencias respecto a la Norteña. La dama de salón luce un vestido virtuosamente elegante y con encajes (un modelo empleado en el siglo XIX) incluidos zapatos.
La parte superior de la prenda tiene un discreto escote que cubre totalmente el busto y ceñido al cuerpo. La falta tiene un vuelo bastante amplio pero sin llegar al volumen del vestido que se emplea en la marinera norteña.
Trajes de Marinera Serrana
El vestuario de la dama consta de un camisón blanco, un vestido amplio de seda, un chal tejido a lana fina, sombrero de paja, zapatos de medio taco y un pañuelo.
Tipos de Trajes de Marinera Norteña
Vestidos tipo Mochera
Es uno de los trajes de baile mas representativos, y consta de:
Un camison que hace blusa o unos saquitos blancos de algodon de diferentes colores, adornado con vistosos bordados o se reemplaza por encaje blanco o del mismo tono de la tela.
Falda de tableros encontrados, uno o dos bobos o volantes, adornados por bordados que representan: olas, caracoles y lomas en el horizonte.
Se cubren con una manta negra.
Y un sombrero de palma.
No se usa zapatos y las bailarinas se peinan con trenzas.
Vestidos tipo Huanchaquera
Conocida caleta de pescadores, y de grandes bailarines, su vestido consta de:
Un Capu de un solo tono sin combinación de colores.
Mangas estilo jamon, amplias desde el hombro hasta pasar el codo, los puños son pegados llevando botones o broches, las mangas llevan pliegues o bastillas.
Los sacos o capus llegan por delante hasta 4 dedos bajo la pretina de la falda pero por detras caen en una larga cola con pliegues encontrados formando un abanico.
Una Capita o capelo completo.
La falda tiene minimo 2 bobos o una tira bordada o algun otro adorno, ambos son tableados de norte a sur y siempre llevan contrabobo. Sobre los bobos o volantes se usan unos pliegues llamados crecederas que asemejan olas o lomas en el horizonte.
Vestidos tipo Monsefú
El traje de marinera de Monsefú (localidad ubicada en Chiclayo, provincia costera del norte del Perú) consiste de:
Un vestido negro sin mangas, confeccionado en raso brocado adornado con monedas bañadas en oro, además de cartuchos y blondas recogidos o tableteadas. Se caracteriza por su gran vuelo en la falda (8 a 10 metros) y por ajustarse a la cintura con un llamativo lazo o fajín satinado. Este vestido típico es informalmente conocido como “Capus sobre Capus”; habida cuenta que tanto el vestido como el hermoso camisón son colocados por encima de la cabeza para luego cubrir el cuerpo, de la misma forma que lo haría un conjunto de blusa y jumper.
El lazo tiene una forma de ajustar y un color que varía según la edad y al estado civil de la mujer.
Será amarillo si quien lleva el traje es una niña;
Rojo claro o rojo cardenal (púrpura) si se trata de una joven casadera
Y verde oscuro cuando lo viste una señora mayor.
Finalmente, en caso que la dama guardase luto, el lazo será de color negro.
Cuando la mujer es soltera; el lazo que va sujeto a la cintura se sitúa al lado derecho, ocupando un sentido inverso si se trata de una dama casada. Si quien viste el traje es viuda, el lazo se ubica por detrás de la cintura.
Un camisón blanco de algodón; el cual se coloca debajo del vestido; con cuello redondo, mangas cortas y borde de faldón deben quedar visibles; contrastando de esta forma la blancura de la prenda interior con la oscuridad solemne del vestido. Pese a que en sentido estricto se trata de una prenda interior, el camisón monsefuano destaca por sus finos bordados tipo “orejas” en los bordes; así como figuras en vivos colores con motivos de de flores, pavos reales y corazones en el resto de la prenda. Estos detalles pueden ser apreciados en todo su esplendor durante el baile, cuando el vestido es remangado hasta la cintura o se levanta al girar.
Dada la visibilidad del camisón y el movimiento que experimenta durante el baile, los muslos y las partes íntimas de la bailarina deben ser resguardadas con una enagua o fustán interior; que si bien comparte con el camisón las mismas características en cuanto a diseño y material, es notoriamente más corto y ceñido.